Me propusieron matrimonio ¿En qué dedo debo usar el anillo?

Esta es una pregunta que nos hacen frecuentemente nuestros clientes y aunque sí existen ciertas tradiciones en algunos países, creemos que esto depende más de gustos y comodidad.

En este artículo te contamos un poco más sobre el tema. 

La vena “amoris”: 

Desde la antigua Grecia y posteriormente adoptada por los romanos, existía la creencia que en el cuarto dedo (anular) de la mano izquierda pasaba una vena llamada la vena “amoris” o vena del amor (una vena que no existe realmente), que conectaba directamente con el corazón, lo que llevó a crear un simbolismo y una costumbre que se arraigo en la gran parte de países occidentales. 

Sin embargo, en países como Alemania, Rusia y algunos nórdicos, por ejemplo, el anillo de compromiso se coloca en el cuarto dedo de la mano derecha. 

Cada dedo tiene su “significado”

Si nos vamos a Asia, en países como China, cada dedo tiene su significado y para este caso el anular representa la relación de pareja. Otros dedos como el pulgar simboliza a los padres, el índice representaría a los hermanos, el corazón a nosotros mismos y el meñique, el más pequeño, a los hijos. De ahí que el cuarto dedo de la mano izquierda siga siendo la opción más usada. 

Es el dedo menos usado

Otra teoría, que puede tener sentido, es que tu dedo anular, viene siendo el dedo que “menos usas”. El pulgar y el índice son los más usados en general, el dedo medio viene siendo el más largo y por seguridad se descarta y el meñique es el más pequeño y puede ser incómodo. Así que por descarte el anular es una buena opción para usar tus anillos. No es un dedo de los extremos, no es el más grande ni el más pequeño y lo usas poco. 

"Fun fact: En China se le conoce como el dedo del amor o dedo del destino y en Europa medieval se le llamaba el dedo médico, ya que se pensaba que tenía propiedades especiales y tenía un canal energético conectado al corazón". 

Así que más allá de donde estés, usa tu anillo y argollas en la mano y dedo donde más cómodo te sientas. Esto va más allá de tradiciones, es cuestión de gustos y comodidad.